EL ENCUENTRO
Te acercaste a mi mejilla rozando tus labios con un beso sobre el terciopelo empolvado de mi piel, sin soltarme aun me acercaste al asiento junto a ti mirándome firmemente con una mirada de esclavo, una mirada que no conocía o no recordaba ya.
Pasaron las horas allí entre el aroma a café fresco, tu olor a hombre y las rosas de mi perfume, acompañados por nuestras risas y una platica muy amena pero sin fin sobre nuestros ir y venir en este tiempo de demasiada tranquilidad que aunque rodeados por el mundo nunca te sentiste acompañado mas que por tu propia soledad.
No dejaste de mirarme, de tocar mis manos y en alguna ocasión acariciaste mi mejilla como buscando creer el momento sin atreverte a darme un pellizco para ver si en verdad era yo.
Pero en verdad querido que era yo, con años enzima, infinidad de experiencias e historias, con mis ángeles y unos cuantos demonios mas pero con la misma sonrisa y mirada que te pertenecía, pero eso es algo de lo que yo me había decido hablar nunca mas y no serias tu quien cambiara eso después de bastante tiempo.
En la lista de lo “por contar” también se adjunto la de lo “por reclamar” y sin alejarme de mi naturaleza no había forma de empezar una sin tocar la otra. Lo mejor es que hoy se empiece algo nuevo dijiste y así acorde.
Hola muchos gusto me llamo “presente” dijiste tu, no pude evitar la risa por que a pesar de los traqueteos seguías siendo tu, tu y solo tu, mi memoria volvía y de paso se trajo consigo los recuerdos que ya se guardaban en el desván.
Continuara…
Pasaron las horas allí entre el aroma a café fresco, tu olor a hombre y las rosas de mi perfume, acompañados por nuestras risas y una platica muy amena pero sin fin sobre nuestros ir y venir en este tiempo de demasiada tranquilidad que aunque rodeados por el mundo nunca te sentiste acompañado mas que por tu propia soledad.
No dejaste de mirarme, de tocar mis manos y en alguna ocasión acariciaste mi mejilla como buscando creer el momento sin atreverte a darme un pellizco para ver si en verdad era yo.
Pero en verdad querido que era yo, con años enzima, infinidad de experiencias e historias, con mis ángeles y unos cuantos demonios mas pero con la misma sonrisa y mirada que te pertenecía, pero eso es algo de lo que yo me había decido hablar nunca mas y no serias tu quien cambiara eso después de bastante tiempo.
En la lista de lo “por contar” también se adjunto la de lo “por reclamar” y sin alejarme de mi naturaleza no había forma de empezar una sin tocar la otra. Lo mejor es que hoy se empiece algo nuevo dijiste y así acorde.
Hola muchos gusto me llamo “presente” dijiste tu, no pude evitar la risa por que a pesar de los traqueteos seguías siendo tu, tu y solo tu, mi memoria volvía y de paso se trajo consigo los recuerdos que ya se guardaban en el desván.
Continuara…
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