(aun sin titulo)

Calmado, pausado, despacio, quedito te diré al oído lo que no puedo gritar más. Me he despertado hoy de nuevo como desde hace tanto, pensando en ti, con una boba sonrisa en mi rostro aun semidormido, con la conciencia aun semiinconsciente, la primer imagen que vi antes de abrir mis ojos fuiste tu, así como sigues siendo tu en todo, en mis risas, en mis lagrimas, en mis suspiros, en las opresiones compungidas del corazón, en todo tu eres la razón.

No lo pienso mas, sabes el limite, tu limite en mi, solo llegas me das los buenos días y te vas, calmado, pausado, despacio, en silencio. No dejas rastro de pena ni dolor, solo un dulce adiós con un hasta mañana. Al día siguiente se que aquí estarás de nuevo.

Ya, de esta manera sigues siendo parte de mi, como una dicha silenciosa, una lagrimita esporádica en mi mejilla, como un apapacho en horas grises. Ya no hecho mano de mis recuerdos ya que sigues tan presente, tanto como no quisiera, tanto como intente que no fuera así, de nuevo ganas tú.

La ruta a mi corazón quedo deficiente, mal camino, que aun que a pasado mucho tiempo desde que fue la tormenta, la calma no termina de llegar, el tiempo ocupado en sus largos paseos por aquí y por allá no termina de curar a este paciente y el nuevo amor que hace olvidar, aun no hace su aparición, como estación de gas sin suministros que dar he quedado fuera de servicio. Tu autobús ya paso con un solo viaje subiste en el pero olvidaste tus maletas en esta estación.

Hoy de gris, mañana feliz, te veré en mis sueños. Buenas noches.